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Con una asistencia nutrida, la Cooperativa Coosalud y Fundación COOntigo rindieron homenaje a los niños de la Unidad Comunera de Gobierno 6

Una noche enternecedora, al influjo de la música y las voces, fue lo que vivieron los niños de la zona suroriental de Cartagena, durante la realización del concierto Navidad COOntigo, el martes 6 de diciembre 2022.

El evento, como se había anunciado, tuvo como escenario el parqueadero del Coliseo de Combate, en la Unidad Deportiva Fidel Mendoza Carrasquilla.

Desde antes de las 5 de la tarde, hora que se había establecido para la apertura del concierto, público de todas las edades rodeaba la vallas que se instalaron alrededor del parqueadero y en torno a la gran tarima dotada de luces, que se habían preparado para la velada musical.

Una vez se autorizó la entrada de público, las graderías y la silletería instalada al frente de la tarima se atiborraron de niños ataviados con atuendo alusivos a la navidad: gorros de Papá Noel y camisetas del color del uniforme del insigne personaje mundial.

Mientras niños y adultos se iban acomodando en la silletería y las gradas, al fondo de la tarima se iba exhibiendo un video documental sobre la Fundación COOntigo, la Cooperativa Coosalud y la Fundación Batuta, adornado con imágenes de la Cartagena que rodea a la Ciénaga de la Virgen. A un lado del parqueadero, aguardaban los regalos aportados por la Alcaldía Mayor de Cartagena.

La presentación del concierto estuvo precedida por un recordatorio referente a que, hace 28 años, la zona suroriental, donde se estaba desarrollando Navidad COOntigo, vio nacer a la Cooperativa Coosalud.

Esta afirmación fue ratificada por el presidente de la cooperativa, Ítalo Collazos, quien finalizó destacando la participación de los 150 niños que integran el coro Voces de Esperanza, quienes antes eran calificados como semilleritos, pero que actualmente constituyen todo un bloque artístico, para orgullo de la cooperativa y de la Fundación COOntigo.

Precisamente, la directora de esta fundación, Alicia Ramos, también resaltó que era esa la primera presentación de Voces de Esperanza, el coro integrado por niños de los colegios Nuestro Esfuerzo, del barrio El Pozón; y Fe y Alegría, del barrio Olaya Herrera.

Igualmente, recalcó que los infantes fueron entrenados por la Fundación Batuta para interpretar nueve piezas, de las cuales dos serían acompañadas por la orquesta Filarmónica del Cesar, invitada especial a Navidad COOntigo.

Todo en conjunto se erigió como un memorable homenaje a los barrios de la Unidad Comunera de Gobierno número 6, donde la Fundación COOntigo viene ejerciendo un trabajo loable, en eso de aleccionar a los niños sobre la prevención de embarazos tempranos y la toma de buenas decisiones, para cultivar una vida digna de todos los milagros.

La parte musical fue abierta por un adolescente, quien se identificó como Miguel Ángel; y se expresó con un saxofón tenor, con el cual ejecutó piezas clásicas del folclor terrígeno del Caribe colombiano, como Colombia, tierra querida y La pollera colorá, que provocaron que el público lo acompañara con las palmas, a guisa de tambores y pasos de baile.

Posteriormente, la Filarmónica del Cesar, adicionando una caja vallenata y una guacharaca, abrió su intervención con el paseo La diosa coronada, seguido de piezas clásicas de la música navideña como Antón, Jingle Bells y Mi burrito sabanero, entre otras de no menos recordación y nostalgia.

Pero lo que despertó verdadera emoción y participación del público fue el arribo del coro Voces de Esperanza, pues la multitud se levantó en diferentes puntos del parqueadero, a grabar con las cámaras de sus teléfonos celulares los mínimos acontecimientos del recital.

Fueron necesarios once micrófonos y sus respectivos parales y un piano de fondo, para captar y acompañar las voces de los 150 niños, quienes en ningún momento lucieron desentonados sino, por lo contrario, bien medidos y entusiastas, enarbolando unas voces y unas melodías que parecían emerger desde lo más profundo del corazón.

Fue conmovedora y enternecedora la actuación de Voces de Esperanza, sobre todo cuando se hicieron acompañar de la Filarmónica del Cesar, para interpretar Noche de paz, noche de amor, pieza con la cual se cerró el concierto, pero aún así el fuego de las voces infantiles seguía flotando en el ambiente. Y fue de esa manera como se encendió el gigantesco árbol de navidad que se había instalado al frente del parqueadero.

A la cuenta de diez a cero, los asistentes lograron que arbolito navideño creara la luz, que ya había sido iniciada con las melodías de la orquesta y los susurros corales de 150 niños nacidos y criados en las entrañas de la Cartagena que respira arena y sal.

Galería del evento

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