La educación sexual debe ser para toda la familia
- El doctor Luis Miguel Bermúdez, conocido por eliminar los embarazos en adolescentes en Bogotá, sostiene que todos somos analfabetas sexuales, pero los más afectados son los niños y los jóvenes.
- Es la segunda vez que la Fundación COOntigo trae al experto a Cartagena para hablar de sexualidad responsable.
La Fundación COOntigo llevó al colegio Fe y Alegría, del barrio Las Américas, una charla sobre educación sexual integral, dirigida a padres niños, adolescentes y jóvenes, con el fin de reducir las cifras de embarazos adolescentes, abusos sexuales y prostitución.
La referida charla hace parte del trabajo que viene desarrollando la Fundación COOntigo en los barrios de la Comuna 6 de Cartagena, uno de los sectores donde más se registran los mencionados fenómenos.
Luis Miguel Bermúdez Gutiérrez, doctor en Educación de la Secretaría de Educación de Bogotá, conocido por su pedagogía para eliminar los embarazos en adolescentes en Bogotá,
explicó durante su charla que la educación integral para la sexualidad siempre ha sido importante, pero mucho más en estos momentos, puesto que durante el aislamiento obligatorio que generó la pandemia del covid-19 se aumentaron las adolescentes embarazadas y las cifras de abuso sexual.
Lo anterior, según el doctor, implica que se debe actuar en los colegios, escuelas y el Estado en general para contrarrestar las consecuencias de tal fenómeno.
Al respecto, dijo que, para bajar las cifras de los embarazos y los abusos sexuales, debe primero mirarse las particularidades de este contexto.
“Desde nuestra experiencia sabemos que gran parte de esta problemática radica en la poca oportunidad que tienen las jóvenes de los barrios pobres de acceder a métodos con los que puedan regular muy bien su sexualidad. La causa de este poco acceso radica en cuestiones de tipo socio cultural que manejan los adultos y se transforman en talanqueras para los jóvenes. Esos impedimentos traen unas consecuencias a mediano y largo plazo”.
Advirtió que las problemáticas de tipo sexual nada tienen que ver con el estrato socio económico, porque todas las personas, independientemente de su estrato o condición intelectual, también experimentan la sexualidad.
“La diferencia entre un estrato y otro estaría en la oportunidad de acceso que tengan los jóvenes a la información que podría ayudarlos a manejar su sexualidad correctamente. Se trata de un proceso de inequidad que debemos empezar a combatir eficazmente”, manifestó Bermúdez Gutiérrez.
Para él, los padres juegan un papel fundamental en este proceso, puesto que son ellos quienes inician con la educación sexual, aunque muchos creen que no lo hacen, pero finalmente toda educación es sexual.
“Desde el momento en que todo padre, independientemente de su trayectoria, se pregunta si su retoño será niña o niño, esa pregunta implica que, según el sexo del bebé, lo educarán sexualmente de una manera diferente. Eso también implica que la niña tendrá más desventajas que el varón; y es eso lo que queremos cerrar en la educación con los padres. La educación sexual que queremos darles a ellos no tiene que ver con los genitales de sus hijos sino con la forma como los hemos enseñado a ser hombres y mujeres”.
Continuó exponiendo que “cuando los padres empiezan a comprender que la educación sexual no puede ser diferenciada si se trata de niña o niño (porque ambos son seres humanos sexuados), esa equidad en la educación, sin distinción de género, es lo que permitirá que haya en la adultez una igualdad frente al disfrute y la responsabilidad del sexo”.
Aclaró que el aumento de embarazos en adolescentes y de abuso sexual, durante la pandemia, no ocurrió solamente en Cartagena, pues en otras ciudades del país se repitió el fenómeno, pero la solución no puede ser la misma para todas las localidades.
“Lo que debemos visualizar es que la problemática se ha generalizado en todo el país, y buscar en cada ciudad las causas que generan tales anomalías. En el caso específico de Cartagena, sabemos que su condición de ciudad turística hace que se generen unas dinámicas de prostitución que vienen presionadas desde afuera. Eso no va a suceder en Tunja o Pasto, que no tienen el mismo flujo de turismo. Por lo tanto, la solución sería diferente a la que se podría aplicar en Cartagena”, comentó.
Al respecto, lo que viene ideando la Fundación COOntigo es acudir a los expertos que han trabajado el tema, conocer las poblaciones y adecuar las soluciones de acuerdo con la situación de cada localidad.
Sin embargo, Bermúdez sostiene que, para reducir fenómenos como la prostitución juvenil en Cartagena, deben unirse todas las instituciones del Estado y no únicamente las escuelas y colegios.
“Dentro de los programas de educación sexual —comentó— que se están dando en las escuelas de Cartagena, tiene que haber un fuerte componente de herramientas para que los jóvenes, niños y adolescentes sepan cómo es la dinámica. Es decir, ellos deben saber primero cómo se está desarrollando el problema de su ciudad. No es decirles únicamente que hay prostitución, pues se trata de un tema que siempre ha existido. Hay es que explicarles por qué en su capital, cuáles son las dinámicas, cuáles son los grupos que la están dinamizando, cómo se desarrolla, por qué es tan común, cuáles son los grupos poblaciones de jóvenes que son mayores víctimas, etc.”
Igualmente añadió que “cuando al joven le enseñan la problemática desde él mismo, se empiezan a construir las soluciones. A los maestros nos toca tomar todos esos insumos y, con ellos, construir un decálogo de soluciones a futuro para Cartagena. Las soluciones vienen desde la misma dinámica de la juventud. Esa fue la experiencia que tuvimos con Bogotá: no les impusimos nada a los jóvenes, sino que los dejamos expresar sus inquietudes y preguntas. Cuando un maestro hace eso, no tiene que preocuparse por la asistencia del alumnado, ya que los mismos jóvenes buscarán ser los primeros en la clase”.
Recalcó que la metodología debe consistir en educar a padres e hijos por igual, ya que en Colombia la mayoría de la población es analfabeta sexual. Por lo tanto, el proceso debe ser igualitario y sin figuras aisladas que encarnen una sapiencia que posiblemente no tienen.
La programación
Las charlas con Luis Miguel Bermúdez continuarán el miércoles 12 de octubre en la Institución Educativa Nuestro Esfuerzo, del barrio El Pozón, de 8 a 11 a.m., ante 50 docentes, quienes escucharán la conferencia “Integración curricular de la ciudadanía sexual”.
Ese mismo día, pero de 2 a 4 p.m., conversará con 75 estudiantes de 10 a 19 años, sobre “Ciudadanía sexual”.
El jueves 13 de octubre, de 8 a 11 a.m., se reunirá con 76 docentes, del Colegio Fe y Alegría, de Las Américas, a quienes les disertará sobre “Integración curricular de la ciudadanía sexual”.
Ese mismo día, pero 2 a 4 p.m., se reunirá con 75 padres y acudientes, para hablar sobre “Violencias basadas en género y su reproducción en la familia”.